Con motivo de la presentación del Grupo Laboric, Recumadrid ha acudido a la Casa de San Ignacio, donde se ha acogido la celebración de las Jornadas por la Circularidad, de lo lineal a lo circular. Este conglomerado de empresas de inserción, pertenecientes a Fundación Manresa , que esta formado por Amoverse, Ellas lo Bordan y Fundación San José, ha nacido gracias al espíritu de colaboración para poder cambiar el mundo y la economía social. Todas ellas comparten una base común centrada en ayudar a personas en situación de vulnerabilidad a encontrar un trabajo digno mientras promueven modelos de empresas innovadoras y que consoliden un impacto socioambiental positivo.

En 2024, las cifras constaron que contaban con un total de 76 personas contratas, de las cuales 48 son de inserción. Además, 7 de cada 10 trabajadores habrían completado su proceso con éxito. Sin olvidar que, según el Ministerio de Transición Ecológica, habían disminuido a 50,12 TCO2eq en sus registro de la huella de carbono.

Hacer las cosas mejor, no es suficiente.

Tras la presentación, hemos podido escuchar a Nicolás Cerantola, experto en economía circular y fundador de Ecologing, que ha dejado claro que no hay más camino que el de la economía circular. Cambiar el mundo es una carrera de fondo en la que podemos demostrar que es posible vivir de una manera más humana conectada con las personas y el entorno.

La realidad es que la economía lineal ha creado una serie de consecuencias que han dado lugar a diferentes crisis complejas que han ido repercutiendo en la degeneración de los recursos y del clima, al vivir en un sistema que consumía por encima de sus posibilidades.

En 2014, la Unión Europea hizo referencia a la economía circular, como la única forma de seguir adelante. Pero, la realidad es que, la economía circular, en este momento, cuesta dinero, porque hay que invertir, no solo en el producto, sino también en el servicio y en el modelo de negocio.

Pero, ¿De qué sirve de hablar de economía circular si estamos bombardeando con la necesidad de consumir?

Para finalizar, Carlos Ballesteros ha moderado el panel de experiencias donde hemos podido conocer algunos casos de éxito de empresas dispares con varios puntos en común, como es la economía circular y social.

José Miguel Bautista, de Hispaled, nos ha presentado una empresa de inserción laboral dedicada al sector del alumbrado, que desde 2018  realiza un trabajo social al ayudar a mejorar la vida de jóvenes en riesgo de exclusión social a través de un itinerario formativo que les permitiría su incorporación laboral en el mercado ordinario.

Maria Afxentiou, en nombre de  Recursos Urban, explica que llevaron a cabo este proyecto de economía circular tras ser testigos del mal uso de las materias primas que se da en el mundo de la arquitectura. Dejando claro que hay que evitar el derribo, abogan por mantener lo existente a través de la recuperación de materiales. Una actividad que, además, genera empleo social junto con la  Associació Sao Prat.

Juan Cereijo nos cuenta que Cerveza Mica nace con el propósito de crear impacto ambiental gracias a los productos de cercanía, como es su propia cebada, e intentando adoptar un modelo de negocio que genere residuo cero. Tanto esto, como la parte social, hacen que el impacto sea positivo, sin dejar de ser un negocio, que contribuye a la sociedad gracias a su programa de inserción laboral.

En cuanto a la renombrada Moeve , Sylvia Cazalla, dio a conocer que Cepsa, no solo ha cambiado el nombre, sino que también el modo de hacer las cosas entendiendo que, aunque la energía es importante para la sociedad, también lo es la transición energética.

Todos los asistentes reconocieron que este camino, aunque a veces complicado, ha merecido la pena. Defendieron que lo ambiental y social debe prevalecer por encima de lo económico y, que todo esto, es un camino sin retorno hacia un modelo sostenible.